El mundo de la informática es muy grande, incluso mayor y más complejo que el que vivimos fuera de él.
Hemos de considerar como un factor de riesgo el hecho de que alguien pueda invadir tu intimidad, si tú previamente no lo has consentido.
Pongamos el ejemplo de que creas un perfil personal en cualquier red social, imaginemos Facebook. Rellenas los datos y comienzas a subir fotos, entradas personales, ubicaciones, gustos y amigos. Conforme va pasando el tiempo controlas las distintas funciones, pestañas, páginas y perfiles; así que vas agregando a más gente con la que tenéis gustos en común, o personas que son amigos de tus amigos que te pueden ayudar a subir en tu juego favorito.
Cuando llegamos a este punto estamos bien y tranquilos, no nos interesa hacer que nuestro perfil solo lo vean nuestros amigos; sino que queremos que sea público para que los usuarios vean nuestras fotos, lo bien que lo pasamos o conseguir recompensas de los juegos.
En ese momento no somos conscientes de que puede haber un colectivo que pueda ver nuestras fotos para admirarnos, reírse o pudiendo descargar nuestras fotografías de nuestro viaje a Estoril, por ejemplo, o esa foto en la que salimos tan bien de copas con los amigos.
¿Qué pueden hacer con toda esa información que hemos dado? Pueden saber nuestros gustos, las cosas que hacemos, dónde las hacemos. Prácticamente estás gritando: ¡ACÓSENME!, ¡SÍGANME!, ¡ESPÍENME!, y no te has dado cuenta de ello.
La mayoría de ocasiones no lo vemos y permanecemos ignorantes ante este hecho hasta que un amigo nos comenta “¿sabes que apareces en una publicidad?” o “¿sabes que hay una tal Laura o Enrique con tus fotos?” y claro, esto nos sorprende.
La primera reacción es sorpresa, más tarde el desconcierto, ¿por qué lo ha hecho quien sea? ¿Quién lo ha hecho? ¿Desde cuándo? Y muchas preguntas más que no sabremos la respuesta en ese momento, luego el enfado y ya después te planteas medidas que puedas tomar.
Lo que te proponemos es que tomes el control de tu cuenta, aunque sea engorroso léete accesos directos a la privacidad, edítalos, configura quiénes pueden ver tu biografía y las etiquetas e incluso si sospechas de alguna página o persona, bloquea a quien creas conveniente. Posteriormente denuncia, hay que informar a las autoridades sobre éste hecho para que no quede impune.
Para empezar entra en juego las fotos que subas, plantéate si son convenientes. Tenemos que ser conscientes de que las fotos que son privadas, son privadas.